Publicado en 1900, “El maravilloso mago de Oz” es la primera historia fantástica escrita por un estadounidense que gozó de un éxito inmediato. La trama del libro transcurre evocando las fuerzas de la naturaleza, siendo una invitación a los niños para que descubran las maravillas del mundo que los rodea. Munido de un memorable grupo de personajes, como Dorothy, el Espantapájaros, el León Cobarde y Glinda, la Bruja Buena, la obra tuvo un importante efecto en la imaginación infantil. El autor, L. Frank Baum (1856-1919), oriundo de Chicago, padre de cuatro niños, era un hombre de negocios con problemas financieros, que comenzó su carrera como autor después de que su suegra lo alentara a escribir los cuentos infantiles que les había contado a sus hijos a lo largo de los años. Baum decidió iniciar su colección con la colaboración del artista William Wallace Denslow (1856-1915), oriundo también de Chicago, un diseñador de carteles, ilustrador y caricaturista.
Baum terminó escribiendo 14 libros de la serie de Oz, que comenzó con “La maravillosa tierra de Oz”, (1904) y terminó con “Glinda de Oz”, publicada en forma póstuma en 1920. La película “El mago de Oz” , estrenada en 1939 y fuera ovacionada por el público y la crítica, estaba basada en “La maravillosa tierra de Oz”. En el capítulo VIII del primer libro, Dorothy y el León Cobarde son presa de un sueño irresistible, que en realidad es una pérdida de conciencia, producto de haber permanecido en un campo de amapolas, las que los intoxicaron con su morfínico aroma.
